Veintiún años después del estreno de "El florido pensil", basado en el ensayo homónimo de Andrés Sopeña (1994), llega a Madrid la versión femenina de la obra de teatro. Esta adaptación que corre a cargo de la compañía vasca Tantakka Teatroa tiene como leit motiv la educación. Y concretamente aquella que era destinada a formar esposas y amas de casa ejemplares en la España de la posguerra. Este proyecto, necesario según sus directores (Fernando Bernués y Mireia Gabilondo), se representará en el teatro Marquina desde el 31 de agosto hasta el 31 de octubre.
Para Bernués y Gabilondo hablar desde el punto de vista de la mujer tiene "más anclaje con la actualidad" porque puede relacionarse con los problemas de igualdad que hoy existen. Aunque el día a día de las cinco niñas -interpretadas por Nuria González, Chiqui Fernández, Mariola Fuentes, Esperanza Elipe y África Gozalbes- haya cambiado; el modelo de aprendizaje de la época "sigue siendo el mismo" tal como señala Mariola Fuentes. En este sentido la actriz critica que todavía hoy sea más importante "memorizar que aprender a pensar".
El desarrollo de la representación es el mismo que en el montaje original aunque se haya adaptado a la educación de las niñas, con la inclusión de asignaturas como Hogar cuyo objetivo era convertirlas en esposas y amas de casa ejemplares.
En definitiva, El florido pensil está destinado tanto a quienes vivieron este sistema de educación, y aún son capaces de cantar sus canciones, como a las generaciones más jóvenes. No obstante, el propósito último es hacer "reír" de forma colectiva con aquello "que ha marcado en el pasado".
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