La construcción de un teatro de grandes dimensiones en los edificios en desuso de la estación de Príncipe Pío fue una idea largamente acariciada por diversos empresarios culturales. La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) barajó la idea de convertir este espacio, con sus cerca de 10.000 metros cuadros, en un foco cultural de la capital. También Stage Entertainment pretendió que el edificio de Cabecera y sus espacios libres anexos acogiesen sus grandes producciones musicales.
Sin embargo, fue el empresario teatral Luis Álvarez, como cabeza visible de un grupo de tres empresas (Global Health Consulting, You Show y Wonderland), quien se hizo finalmente con la concesión de ADIF tras un proceso de presentación de ofertas abierto en marzo de 2014 y concluido un año después. Entre el equipaje de este productor y director teatral se encontraba el hecho de ser el primer español en producir un musical en Broadway o ser el pionero en realizar una gira por España con un musical de gran formato ("We Will Rock You").
Junto a celebridades como Santiago Segura y José Mota Álvarez impulsó un proyecto de 7.000 metros cuadrados dedicados al entretenimiento, la restauración y la educación cuyo objetivo sería convertirse en "un referente mundial" en esas tres áreas.
El Gran Teatro Príncipe Pío abrió sus puertas en noviembre de 2015 con la primera "Spiegel Tent" de Madrid, un concepto de espacio escénico importado de Holanda que ya había triunfado en otras capitales europeas.
A finales de noviembre de 2016 Bankia anunciaba el acuerdo por el cual la entidad bancaria contará en exclusiva con los derechos de naming del actual teatro y del futuro espacio que se inaugurará en la nave central de la antigua estación Norte de Madrid.
Su inauguración está prevista para el otoño de 2018.
