En un futuro lejano (o no tanto), la gente ya no se habla, ni se mira, ni se conoce.
La evolución en el uso de las redes sociales y la virtualidad cada vez más presente ha sustituido el contacto y toda forma de comunicación no verbal. Cualquier interacción es pactada y las emociones a flor de piel han quedado obsoletas. Sólo existe una comunicación válida: la binaria.
El hecho inductor llega con el paro global del sistema virtual-electrónico que deja a los protagonistas desprotegidos, fuera de su mundo. Se encuentran solos, a pesar de estar juntos entre las mismas cuatro paredes, las mismas que los han acogido a los tres a diario; hasta el punto de no conocer ni el nombre (o si?)
Al cabo de once horas del apagón tecnológico, una necesidad primaria y fisiológica les obligará a interactuar y, sobre todo, a compartir: el hambre. La falta de habilidades sociales y herramientas comunicativas hará que las relaciones no sean nada fluidas entre ellos. Esta imposibilidad creará situaciones tensas, angustiosas y caóticas para los protagonistas.
Con el paso de las horas, la inestabilidad, las dudas, el miedo y las emociones descubiertas harán vivir a los personajes situaciones inimaginables en su anterior rutina virtual. Emociones primitivas incontrolables que los llevarán a los orígenes del ser humano, experimentando sentimientos desconocidos que les invadirán el alma dormida y los cuerpos anestesiados por la falta de estímulos físicos… Un despertar emocional brusco y repentino, que les hará tambalearse y dudar de qué es aquello a lo que llamaban vida.

• Roc Esquius: Escritor
• Roc Esquius: Director
• Roc Esquius: Actor/Actriz
• Isidre Montserrat: Actor/Actriz
• Núria Deulofeu: Actor/Actriz
• Mireia Pàmies: Actor/Actriz