Esta deliciosa comedia de Enrique Jardiel Poncela es el nuevo espectáculo de la compañía TeatroLAB que dirige Gabriel Olivares. Ambientada en los años sesenta el público entrará en un guateque para asistir a la representación de Cuatro corazones con freno y marcha atrás.
Esta obra de enredo, un ejemplo del teatro del absurdo al cual era tan proclive su autor, tiene como protagonista involuntario a Emiliano, que está interpretado por el actor César Camino. Este cartero se verá involucrado en un lio familiar provocado por una herencia cuyo arruinado heredero solo podrá cobrar al cabo de 60 años.
Dadas estas peculiares circunstancias el cartero Emiliano junto con dos parejas de enamorados, que quieren solucionar sus problemas sentimentales y económicos, no tienen más remedio que tomar la pócima de la eterna juventud que acaba de descubrir un científico revolucionario. Tras ingerir el elixir todos ellos creen haber encontrado la solución a todos sus problemas y haber alcanzado la felicidad absoluta. Sin embargo, con el paso de las décadas, terminan por encontrar que su existencia es un aburrimiento. Por lo cual, acudirán de nuevo al científico para poner freno a su tormento.
El reparto de esta obra está compuesto por una docena de actores: César Camino, Álex Cuevas, David García Palencia, Patrick Martino, Silvia Acosta, Eduard Alejandre, Esperanza de la Vega, Pedro Farera, Asier Iturriaga, Guillermo Sanjuán y Mateo Rubinstein. La escenografía es de Marta Guedán, que firma también el vestuario junto a Claudia Pérez, y la iluminación de Carlos Alzueta.
Desde el 5 de julio hasta el 2 de septiembre Cuatro corazones con freno y marcha atrás se representará en la terraza del teatro Galileo. En definitiva, una buena propuesta, compuesta por cena y teatro al aire libre, para soportar los rigores del verano.
